Entre los mismos tratados de paz con los que concluye la Primera Guerra Mundial, se incluye la creación de la Liga de las Naciones o Sociedad de Naciones, quien tuvo en el presidente estadounidense Thomas W. Wilson su gran promotor.
La Liga de las Naciones es un antecedente de la actual Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, al igual que ésta, fue creada con la intención de resolver los conflictos entre los países y evitar guerras en el futuro. La nueva liga estableció su sede en Ginebra (Suiza), teniendo como objetivo esencial el mantenimiento de la paz. La liga buscó garantizar la protección de los pequeños países ante las grandes potencias. Se trataba de crear un nuevo orden internacional basado en el principio de la seguridad colectiva. Pero aun con estas buenas intenciones y su participación en la mediación de algunos conflictos, la Liga de las Naciones fracasó, ¿por qué? Entre los factores que la debilitaron podemos mencionar:
La ausencia de algunas potencias mundiales. Estados Unidos de América se negó a entrar en 1920 cuando llegó Warren G. Harding a la presidencia, a pesar de que, como mencionamos, Wilson fue su promotor. A Alemania, en principio, se le negó el ingreso, pero se adhirió a ella en 1926, para salir de nuevo después del ascenso de Hitler al poder en 1933. A la Unión Soviética también se le negó el ingreso, accedió en 1934 y fue de nuevo expulsada en 1939 Japón se marchó en 1933 e Italia en 1936. Además, la liga nunca contó con los medios económicos o militares para imponer sus resoluciones. Los años treinta marcaron su fracaso definitivo. Las agresiones de las potencias fascistas y militaristas mostraron su ineficiencia. El inicio de la Segunda Guerra Mundial significó el fin de la primera organización mundial de naciones.
La Liga de las Naciones es un antecedente de la actual Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, al igual que ésta, fue creada con la intención de resolver los conflictos entre los países y evitar guerras en el futuro. La nueva liga estableció su sede en Ginebra (Suiza), teniendo como objetivo esencial el mantenimiento de la paz. La liga buscó garantizar la protección de los pequeños países ante las grandes potencias. Se trataba de crear un nuevo orden internacional basado en el principio de la seguridad colectiva. Pero aun con estas buenas intenciones y su participación en la mediación de algunos conflictos, la Liga de las Naciones fracasó, ¿por qué? Entre los factores que la debilitaron podemos mencionar:
La ausencia de algunas potencias mundiales. Estados Unidos de América se negó a entrar en 1920 cuando llegó Warren G. Harding a la presidencia, a pesar de que, como mencionamos, Wilson fue su promotor. A Alemania, en principio, se le negó el ingreso, pero se adhirió a ella en 1926, para salir de nuevo después del ascenso de Hitler al poder en 1933. A la Unión Soviética también se le negó el ingreso, accedió en 1934 y fue de nuevo expulsada en 1939 Japón se marchó en 1933 e Italia en 1936. Además, la liga nunca contó con los medios económicos o militares para imponer sus resoluciones. Los años treinta marcaron su fracaso definitivo. Las agresiones de las potencias fascistas y militaristas mostraron su ineficiencia. El inicio de la Segunda Guerra Mundial significó el fin de la primera organización mundial de naciones.
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