viernes, 19 de febrero de 2010

Potencias Navales


Los acorazados fueron los amos indiscutibles del mar a principios y mediados del siglo XX, hasta que fueron irremediablemente cediendo su reinado a los portaaviones, como el Enterprise. El acorazado vio la luz como consecuencia de los avances tecnológicos producidos a lo largo del siglo XIX.

El primer avance y más importante fue el invento de la máquina de vapor, posteriormente también contribuiría la aparición de un nuevo blindaje que resitía la capacidad destructiva de las granadas explosivas. El siguiente paso fue el cañón de ánima rayada, que permitía una mayor velocidad en los proyectiles asi como un mayor alcance, por último contribuyeron las granadas perforantes capaces de atravesar gruesas corazas. Toda esta aglutinación de nuevos inventos dio vida a estos nuevos e impresionantes barcos que pasaron a disputarse el dominio del mar. Aunque la verdadera revolución en los acorazados y la configuración que adoptarían definitivamente se produce en 1905.

El cambio más significativo fue una simplificación de los distintos calibres instalados en los acorazados disponiendo la artillería principal en cuatro o más torres situadas a crujía, de esta forma el poder del disparo era mucho mayor. En segundo lugar se aumentó la potencia de las máquinas ( lo que permitía alcanzar velocidades más altas), así como el tonelaje y el blindaje. Otra mejora se produjo en el alcance de los cañones, lo que permitía el combate a distancias de 20 km. Esta mejora trajo consigo el progreso de los telémetros y aparatos ópticos para el cálculo de las trayectorias de los proyectiles. Por último se realizaron avances en la defensa contra torpedos. El resultado de todo esto fue una máquina realmente temida y peligrosa, que hizo que los astilleros ingleses y alemanes junto a los japoneses se lanzaran a una frenética carrera de construcciones navales cada vez más grandes y poderosas.

Tras la 1ª Guerra Mundial, las potencias navales trataron de limitar los gastos que suponía la carrera armamentística. Se reunieron los representantes de estas potencias navales desde noviembre de 1921 hasta febrero de 1922 en la Conferencia de Washington. El tonelaje de los acorazados sería como máximo de 35 y el calibre de los cañones no debía pasar de 406 mm. Además se acordaron unos coeficientes para cada país, hasta la 1ª Guerra Mundial Inglaterra doblaba la flota de la segunda potencia pero con este tratado se vio forzada a renunciar y verse igualada por los EEUU.

En 1929, Gran Bretaña convoca una nueva conferencia en Londres y se llega al acuerdo de no comenzar la construcción de ningún nuevo acorazado hasta 1936. En ese año, todos los países firmantes comienzan la construcción de nuevos acorazados. Gran Bretaña inicia la serie King George a la que pertenecía el Principe de Gales, Estados Unidos inicia la construcción de sus acorazados de clase Iowa entre los que se encontraban el Missouri y el New Jersey, Japón comienza la construcción de su super acorazado Yamato y del Musashi y Alemania construye uno de los acorazados más temidos: el Bismarck

1 comentario:

  1. no ps esta chido tu blog


    no ps me sirvio el cuastionario

    para contestar el mio ja

    ps pasa por el miop


    jaaaaaa priminx

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