Cuando la independencia se consumó, existía una minoría ilustrada que aún conservaba las tradiciones y costumbres europeas; por otra parte los caudillos propusieron gobiernos que desde su punto de vista eran los que se necesitaban en ese momento. Pero, como era de esperarse, la destreza en el campo de batalla no es la misma que se necesita para reorganizar sociopolíticamente a un país; por eso, la realidad rebasó los ideales de los pequeños grupos educados y las propuestas de caudillos de la independencia; y es que para el pueblo no significaba lo mismo que para los independistas, la libertad y los derechos humanos.
Los caudillos de la independencia pronto se dieron cuenta de que sus pueblos poco compartían los ideales que a ellos los había llevado a luchar.
Recordarás que cuando las luchas por la independencia terminan, en los países latinoamericanos se iniciaron guerras civiles entre grupos antagónicos que ya se perfilaban desde el inicio de los movimientos de independencia en las colonias: los conservadores y los liberales; o los centralistas y federalistas.
Como los intentos de crear repúblicas con gobiernos democráticos fracasaron, las dictaduras conservadoras se posicionaron hasta instalarse en el poder. Sin embargo, los liberales no se quedaron con los brazos cruzados, ya que mientras los conservadores gobernaban, aquellos se organizaron y crearon su programa de acción.
La diferencia entonces era el apoyo que estos grupos liberales tenían por parte de la burguesía, que empezaba a crecer y tener fuerza. Los primeros triunfos de esta nueva etapa para los liberales se dieron en la segunda mitad del siglo XIX y consistieron en dos hechos: 1. Las caídas de Santa Ana en México y de Rosas en Argentina; 2. Las nuevas constituciones de corte liberal.
Recordarás que la Iglesia formaban parte del grupo conservador junto con los terratenientes; por ello los liberales la atacaron de dos maneras: 1. Expropiando sus bienes; 2. Dejando al margen en materia educativa al crear la escuela laica, obligatoria y gratuita. Sobre este segundo punto, los liberales consideraban que su fracaso inmediato a la independencia obedecía a la ignorancia del pueblo. Si bien fue un buen intento popularizar la educación, en la práctica seguía siendo una minoría la que se educaba.
Es importante que se comprenda que no todos los países latinoamericanos tuvieron un desarrollo igual; aun cuando existen aspectos generales que han vivido de una manera muy parecida, existen particularidades que evidencian desarrollos históricos distintos y un progreso desigual. Producto de ello son las diferencias en las influencias democrática burguesa, es decir que la conformación de grupos burgueses y la difusión de las ideas liberales y democráticas.
Otro factor de diferenciación de desarrollo fue el crecimiento desigual de exportaciones y la especialización productiva de algunos países.
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