El arte conceptual surge entre los años sesenta y setenta, pero persiste aún en el siglo XXI. Su característica principal es el empleo de medios no convencionales que cifran un código para ser interpretado por el espectador, además tiene un carácter efímero. Entre los géneros que comprenden a este tipo de arte, se encuentran el performance, la instalación y la intervención del espacio.
Una de las críticas más fuertes al arte conceptual y a la difícil comercialización y lo reducido de sus espectadores; incluso se ha llegado a decir que es un arte de autocontemplación refiriéndose a que solo complace a su creador.
El arte efímero puede ser pictórico o de composición, los materiales y las técnicas son poco convencionales y los temas, son conceptuales.
El performance tiene como base la acción, que bien puede referirse a prácticas y acontecimientos como la danza, las tradiciones del teatro, rituales, protestas políticas, funerales, todo aquello que pueda ser interpretado mediante la acción efímera.
Una de las críticas más fuertes al arte conceptual y a la difícil comercialización y lo reducido de sus espectadores; incluso se ha llegado a decir que es un arte de autocontemplación refiriéndose a que solo complace a su creador.
El arte efímero puede ser pictórico o de composición, los materiales y las técnicas son poco convencionales y los temas, son conceptuales.
El performance tiene como base la acción, que bien puede referirse a prácticas y acontecimientos como la danza, las tradiciones del teatro, rituales, protestas políticas, funerales, todo aquello que pueda ser interpretado mediante la acción efímera.
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